domingo, 3 de noviembre de 2013

David y Goliat: El Arte de Pelear con Gigantes, de Malcolm Gladwell




David and Goliath: Underdogs, Misfits, and the Art of Battling Giants
Malcolm Gladwell


El autor Malcolm Gladwell vuelve con su más reciente obra, David y Goliat, la historia del hombre común que busca enfrentar y superar grandes retos en contra de toda adversidad. El libro inicia con la épica lucha entre los personajes bíblicos del título: la lucha entre los filisteos y la nación emergente israelí lleva a los ejércitos de ambas a posicionarse frente a frente en el campo de batalla. Sin embargo, para evitar la carnicería que implicaría una batalla abierta entre ambos ejércitos, se decide que un guerrero represente a su respectiva nación, y los perdedores fungirán como esclavos de los otros. De las filas del ejército filisteo emerge el terrible Goliat, un guerrero de formidable tamaño y fortaleza; al verlo, todos los soldados judíos se paralizan. Sólo uno se ofrece para retarlo: David, un pastor que parece insignificante en comparación. Y todos sabemos lo que sucede después; mientras Goliat se burla del pastor, David, utilizando una honda, le lanza una piedra que lo golpea en la frente y lo derriba. El pastor aprovecha la incapacidad del gigante, y le corta la cabeza con su propia espada. Tiempo después, David es ungido como Rey de Israel.

La primera parte habla sobre la percepción de algunos atributos como ventajas, cuando en realidad no lo son. Goliat era grande y fuerte; dichas características le restaban movilidad y lo convertían en un blanco fácil para la honda de David. De la misma manera, se ha hablado en numerosos foros de las grandes compañías e instituciones, que aparentemente son invencibles, y el tiempo las ha hecho sucumbir. Basta con mencionar los casos catastróficos de la industria automotriz americana en Detroit, compuesta por 3 de las más importantes y admiradas empresas: General Motors, Chrysler y Ford, las cuales fueron sobrepasadas por sus competidores. O grandes compañías que eran sinónimo de la prosperidad de su industria, como el caso de Kodak, que se declaró en quiebra en Enero del 2012. Estos grandes jugadores, que se asemejan al terrible Goliath, al igual que el filisteo, sucumbieron ante enemigos aparentemente más pequeños y que no aparentaban una gran amenaza. 

Gladwell argumenta que algunas características, que potencialmente pudieran parecer grandes fortalezas, sinónimo de la invencibilidad de sus portadores, paradójicamente son las debilidades que los hacen sucumbir ante sus oponentes. Expone el caso de los padres con mucho éxito y recursos económicos; la lógica nos diría que al contar con todos esos recursos, deberían ser los mejores padres, y por lo tanto, sus hijos tan exitosos como ellos mismos; sin embargo, esto habitualmente no sucede. En sus propias palabras: “¿cómo le enseñas el valor del trabajo duro, de ser independiente y del dinero, a un niño que desde muy temprana edad sabe que no necesita nada de eso, y que tiene todo a su disposición con sólo pedirlo?”. De igual manera, otro caso que expone es la creencia, ampliamente difundida, de que los grupos escolares pequeños son mejores que los grupos grandes. Indagando más a profundidad, nos damos cuenta que  no existe ninguna evidencia de que esto sea así; los niños de grupos grandes tienen el mismo desempeño que los niños de grupos pequeños. Claro, en ambos casos establece un principio fundamental; así como vivir en pobreza absoluta tiene un efecto devastador sobre la educación de los hijos, igualmente los grupos excesivamente grandes funcionan en detrimento del aprendizaje. Gladwell establece que el nivel intermedio, tener un ingreso promedio suficiente para cubrir las necesidades de la familiar, así como un tamaño mediano en los grupos escolares, es lo que realmente puede hacer una diferencia.

Un ejemplo más: menciona en la narrativa la asistencia a universidades de alto prestigio. Cualquiera pensaría que los alumnos que asisten a las mejores universidades tendrán el mejor desempeño, tanto académico como laboral en su vida futura. Nuevamente, nos encontramos con que esto no es el caso; el porcentaje de alumnos que se inscriben en dichas universidades, y que eventualmente se gradúan en su área original, es relativamente bajo. Y más aún, los estudiantes que se gradúan en la escala media alta y promedio de las mejores universidades, no se desempeñan mejor que los alumnos altos de las universidades promedio. Esta narrativa se me figura como el viejo dicho popular que dice: "Cola de león, o cabeza de ratón." Gladwell expone un gran número de ejemplos en los cuales la mejor decisión que se puede tomar es la ulterior, y reiteradamente los mejores jugadores de nichos pequeños suelen ser superiores a los jugadores promedio, e incluso arriba del promedio, de las grandes y populares industrias o instituciones. Esto va muy de la mano con la filosofía de océanos azules, que tanto predicamos en este blog; es más fácil destacar en territorios vírgenes y sin competencia, que en los mismos mercados de siempre, aunque el potencial sea tan grande.

La segunda parte hace referencia a aquellos atributos que aparentemente son una desventaja, cuando en realidad pueden llegar a ser una ventaja competitiva. Se dice que en la discapacidad, las personas desarrollan otras habilidades para compensar. Nuevamente Gladwell ofrece varios ejemplos en los cuales personas con alguna discapacidad, como dislexia, desarrollan otras cualidades que finalmente los llevan a ser sumamente exitosos en sus carreras. Y plantea el cuestionamiento: ¿le desearías una discapacidad, como dislexia, a tu hijo? Por supuesto que la respuesta es no, de ninguna manera; y sin embargo, los ejemplos citados en el libro están conscientes de que si no hubieran padecido su discapacidad, en toda probabilidad no hubieran desarrollado las otras habilidades que los llevaron a destacar. 

De manera relacionada, habla también sobre la inesperada libertad que ocurre cuando no se tiene nada que perder. David luchó en contra de Goliat contra todo pronóstico, y en dichas condiciones, uno pudiera pensar que no tenía nada que perder. Algo así ocurre en el viejo dicho popular que motiva a los jóvenes cuando se arman de valor para preguntarle a aquel o aquella susodicha si quiere salir, y que recientemente formó parte de una campaña publicitaria de la marca más reconocida en todo el mundo: "El no ya lo tienes." Si estás en el fondo del hoyo, el único lugar para ir es hacia arriba.

Malcolm Gladwell concluye con una hermosa frase que resume el racional de todo el libro: "Observas al Gigante y al Pastor en el Valle de Ela, y tu atención se fija en el Hombre con espada y escudo, y armadura brillante; pero tanto de lo que es valioso y hermoso en el mundo viene del Pastor, quien tiene más fuerza y propósito del que jamás imaginamos."

Una lectura muy recomendable de un gran autor contemporáneo. Con ejemplos cotidianos y llenos de vida, Gladwell transmite un mensaje de inspiración para todos aquellos que han luchado ante adversidades invencibles, y en desafío a lo imposible, salen victoriosos, y se vuelven legendarios.



Si te gustó este post, descubre más Libros en nuestro blog:

Si te interesa recibir notificación de nuestros futuros posts, síguenos en Twitter y/o en Facebook:

Twitter
@competenciasmed

Facebook

No hay comentarios:

Publicar un comentario