viernes, 31 de mayo de 2013

¡Qué dios se lo pague!

"…deberían hacerlo por vocación…"
"…es una profesión muy noble…"
"…crees que esté bien lo que me dejó el doctor…"
"…sabes, últimamente me han empezado a doler los riñones, ¿qué crees que sea?… ¿qué me tomo?..."
¿Cuántos argumentos como estos o parecidos no has escuchado en toda tu carrera médica?
Debemos de empezar a terminar con la cultura de: "…¡qué dios se lo pague!…".
Habitualmente las personas, incluyendo a personas muy cercanas a nosotros, creen que nuestro elección de carrera, sólo por tratarse de una profesión enfocada en la salud, no debería ser remunerada, o al menos no por ellos, si esto sucede con personas que conocen nuestra situación y son cercanas, que podemos esperar de compañías farmacéuticas, de compañías de investigación de mercados, de "amigos del amigo de un primo que no conoces".
En este post quisiera invitarte a que evaluaran objetivamente lo que has venido haciendo en los últimos años, como fue el periodo de clínicas, el internado y el servicio social, un año en el que "regalaste" 365 días de tu trabajo, para que pudiéramos tener "cobertura nacional".
Una vez que hagas esta evaluación objetiva, métete en la cabeza que hayas pasado o no el examen nacional de residencia, tienes 6 o 7 años (dependiendo de la universidad), estudiando medicina y tratando pacientes, y eso ya es una profesión que debería de ser remunerada, de la misma forma como se paga a un contador, a un licenciado. A veces creemos que el médico cobra por la especialidad, por la universidad de donde salió, por donde tiene el consultorio, etc. Sin embargo lo que puedo decirte es que el paciente, la industria farmacéutica, el tío, la compañía encuestadora lo que busca es tu experiencia y tus conocimientos.
Desafortunadamente en la carrera  no tenemos una clase que nos diga como cobrar, como cotizar tus conocimientos y decirle al paciente: "…son tantos pesos…"; incluso cuando llega el final de la consulta muchos le damos la vuelta diciendo "…le cobra mi asistente…". El modelo de estudio de la carrera de medicina, nos hace pensar desde un inicio que la profesión que elegimos "no debería de cobrar", pues está más allá del bien y del mal, es una camino donde salvas vidas, donde te acercas a dios. Y de esa forma es como nos van formando y alimentando este espíritu a través de películas, series, o bien por el internado o el servicio social, y peor aún porque algunos profesores así nos lo hicieron saber. Quizá cuando fuimos estudiantes, internos o residentes, participamos en un estudio que se estaba llevando a cabo en la institución, y dado que estábamos rotando por el servicio, o nuestro jefe del curso era el investigador principal, "participábamos" voluntariamente a fuerza, en el estudio; si ese estudio estaba financiado por la industria, resulta que ese trabajo que tú o yo desempeñamos en el protocolo, se le estaba cobrando al patrocinador, pero de ese dinero nunca vimos nada, pues "era nuestra obligación como parte de la rotación". Por otro lado algunas instituciones prohíben que los estudiantes o residentes trabajen en su consultorio, en otro hospital aún en su tiempo libre, y eso explica porque a los 25 años o más no hemos desempeñado un trabajo que sea remunerado y que no sepamos cobrar.
Una enseñanza muy grande en cuanto al costo me la hizo un profesor, que nos platicó la siguiente anécdota. En una ocasión estaba en una fiesta cuando un familiar se le acercó mientras estaba bailando con su esposa y le preguntó que qué especialidad tenía, y después le dijo que había empezado con un dolor en la espalda y que si le podía dejar algo, a lo que él contestó…claro que sí, descúbrase el vestido, déjeme revisarla y le dejo algo para ese dolor, la familiar puso cara de sorpresa y respondió que mejor luego lo veía en el consultorio. Las personas pueden llegar a pensar que como para dar una diagnóstico o escribir una receta no es necesario un consultorio o una computadora, entonces no deberías de cobrar, al final sólo es una pregunta, pero lo que tienes que ver es que esa misma pregunta en el contexto de un consultorio con un médico que no fuera tu familiar te costaría la consulta.
Y mi post no sólo es para que cobren la consulta a sus familiares, va más allá…lo que deseo es concientizarlos, de que su trabajo vale y deben cobrarlo. En mi consultorio, en ocasiones hago descuentos o no cobro la consulta si el paciente se ve que no puede pagarla, pero eso no es deducible de impuestos, no puedo pedir un descuento en el supermercado o en la gasolinera, y creo que tampoco me aceptan el argumento de: "…esta semana dí 2 consultas gratuitas, cree que pudiera cobrarme menos por el tanque lleno…". Como dije no sólo se trata de que aprendas a cobrar a tus conocidos, se trata de que valores tu trabajo. A veces las compañías farmacéuticas te hablan para que seas su ponente o que si puedes ayudarles con una presentación, o bien que si pueden hacerte "unas preguntitas", debes saber que ese tipo de trabajo está reconocido como asesorías y debería de ser remunerado, pues están buscando tu consejo y tu experiencia para darle forma a una estrategia de comercialización y de venta.
Desafortunadamente los tiempos son difíciles, pero en la medida en que sepamos darnos nuestro valor y cobrar por ello, irán desapareciendo las consultas de $10.00 pesos del Dr. Simi, o las exposiciones de cuates para el representante.
Tienes una licenciatura y debes cobrar por tus conocimientos y tu experiencia. La próxima vez que oigas: "qué dios se lo pague", respondamos…"que le parece si mejor me lo paga usted".   

miércoles, 29 de mayo de 2013

Hacia el Nuevo Mundo


Habiendo cursado exitosamente por nuestra educación primaria mexicana, todos sabemos muy bien quién es Cristóbal Colón; el gran descubridor de América, que celebramos cada año
el 12 de octubre. Pero más allá de la felicidad que nos provoca el día de asueto, ¿qué fue lo que logró este individuo?

Todos conocemos las historias; que la reina Isabel hasta vendió sus joyas para financiar la expedición de Colón. Que Colón logró lo que nadie más había logrado nunca. Y que gracias a dicho descubrimiento, eventualmente el mundo occidental nos alcanzó y nos enseñó las grandes ideas de la libertad, la igualdad y el progreso. Para quien se haya interesado un poco más en el tema sabe que todo esto son un montón de patrañas, porque ni la reina vendió sus joyas (en realidad estaba sumamente renuente a financiar la expedición), ni fue Colón el primero que lo logró (hay fuertes indicios de que los vikingos nórdicos, entre otros pueblos, llegaron a las costas del norte de América 500 años antes que Colón), y en cuanto a las enseñanzas, pues sin comentarios; basta con ver los siguientes capítulos de la historia, los fatídicos periodos que llamamos la Conquista y el Virreinato, para saber que la realidad de la vida es mucho más que una gran idea.

Pero no quiero aburrirlos con lecciones de historia; para eso somos médicos, ¿no? Lo que sí me interesaba era poner el contexto de lo que sí fue una gran hazaña por parte del señor Colón, y que creo puede servir de ejemplo para lo que viene en nuestro futuro.

Más allá de todo el folclore alrededor de la historia, ¿cuál era realmente la situación? España necesitaba un camino más rápido para la India, porque había mucha competencia y muchos intereses en el camino tradicional por el Oriente (principalmente por los portugueses). Y la hipótesis, más una creencia que un indicio soportado por hechos, era que podían navegar hacia el occidente y llegar por el otro lado, porque en teoría, la tierra era redonda. Pero sólo poca gente pensaba que era redonda; la creencia popular decía que era plana, y que en los confines del mundo habitaban monstruos y sólo les esperaba su muerte. Pero Colón tuvo la resiliencia suficiente para aguantar las críticas, creer en su idea, y hacer lo que tuvo que hacer para convertirla en realidad. Más allá de lo que sucedió antes o después, sí es un hecho que logró algo extraordinario.

Hoy tienes un reto y una decisión: puedes decidir vivir creyendo que el mundo es plano (la creencia popular y segura), hacer lo que se supone que debes hacer (navegar por el este), y competir con el resto del mundo que hace exactamente lo mismo que tú (los portugueses). Es decir, puedes presentar el Nacional de Residencias las veces que sean hasta que lo pases, y hacer una especialidad "clásica", como puede ser cirugía, pediatría, cardiología o múltiples otras. O puedes trabajar con el Doc Simi y que te paguen 3 pesos por una labor que te ha costado mucho trabajo, y que vale mucho más que eso.

O puedes decidir aceptar el reto: pensar "fuera de la caja" (que la Tierra es redonda), hacer lo que no debes hacer (navegar por el oeste), y descubrir un mundo nuevo, en el cual no tendrás competencia, porque nadie se atrevió a hacer lo que tú si. Esto no necesariamente implica que no hagas una especialidad; pero, ¿porqué no intentas una especialidad atípica, como rehabilitación o genética? ¿Porqué no intentas ver cómo te va como médico general, pero en un campo específico y no tan saturado, en una población más pequeña pero con gran necesidad, como Córdoba, La Paz, Aguascalientes o Pachuca? O bien puedes decidir romper con el status quo, no ser un clínico, y sea trabajar para una empresa o una institución, como puede ser un hospital, una aseguradora o una farmacéutica, o ya hablando muy fuera de la caja, hasta podrías poner tu propia clínica y ser un emprendedor.

Colón lo hizo; tu también lo puedes hacer.

En las palabras abreviadas de Lord Alfred Tennyson: 

Vengan amigos
No es tarde para buscar un nuevo mundo
Aunque mucho hemos perdido, mucho queda todavía
Y aunque no somos la fuerza que en días de antaño movía tierra y mar
Somos lo que somos
Un temperamento igual de corazones heroicos
Debilitado por tiempo y destino, pero fuerte en voluntad
Para esforzarse, para buscar, para encontrar
Y no para ceder

viernes, 24 de mayo de 2013

Experimentar en cabeza ajena

Es frecuente que nuestros padres o personas mayores se dirijan a nosotros en algunos momentos y nos den la "cantaleta" de que "nadie experimenta en cabeza ajena…". Pero ahora quisiera ponerlo a la inversa, en muchas ocasiones en la medicina y dentro de otros ámbitos, el problema real es que nosotros u otras personas quieren que "experimentemos" de propia carne lo que implica un proceso, y esto puede ser bueno hasta cierto punto, pero hay circunstancias en las que sería muy bueno no tener que recorrer el camino.
Les quiero compartir una anécdota que puede dar pie a la discusión de este post. Cuando estaba haciendo mis prácticas de pre-clínicas, acudí para hacer guardias al Hospital de Xoco, para los que no lo conocen, en mis tiempos era conocido como un hospital de guerra…los fines de semana era lo de siempre…los "borrachazos", las crisis conversivas, politraumatizados, puñaladas, heridas por armas de fuego, me tocó ver descender por vez primera un helicóptero, pero no bajó un paciente era el entonces regente de la Ciudad que usó el helipuerto para evitarse el tráfico. Pues en este hospital más relacionado con trauma, llegó a la guardia un paciente masculino mayor de 60 años, con antecedente de HPB y con un cuadro de retención aguda de orina, llevaba cerca de 12 horas sin poder orinar. Yo estaba en el tercer año de la carrera, había puestos sondas uretrales, pero no en casos de urgencia, lo intentamos con sondas delgadas, con pediátricas para vaciar vejiga y quitar el dolor, cerca de 1 hora intentándolo, sin éxito. El encargado de urgencias nos comentó que era candidato a dilatación uretral, solicitaron la valoración por uro-cirugía y fue la primera experiencia usando los dilatadores, quizá una experiencia que me marcó para jamás pensar en hacer urología, pues después de intentar la dilatación tampoco lo logramos, se solicitó una valoración por cirugía general para talla suprapúbica, y el que estaba de jefe de cirugía bajo para hacer la valoración, ya conocía al paciente pues fue de los que lo evaluaron previo a la dilatación, y solicitó una jeringa de 20 ml, gel y lidocaína, hizo una mezcla y la inyectó a través de la uretra, y la sonda pasó sin ningún problema…al salir le pregunté porque antes de la dilatación, no había usado esa técnica a lo que sólo contestó… "para que ustedes aprendan a hacer las cosas, a mí nadie me facilitó la vida…".
Desafortunadamente este es el pensamiento de muchos, muchos de nosotros… "como a mí nadie me ayudó y tuve que pasar muchas penurias, es justo que otras personas lo hagan..", pero para bien o para mal…en la medicina no sólo hacemos sufrir a la persona que tiene que "crecer" o experimentar las cosas, al final del día el más impactado será el paciente. Y ésto no sólo aplica para los que se dedican a la consulta o la clínica, verás que en el camino que decidas tomar, al ser un profesional de la salud, las decisiones que tomes afectarán finalmente a los pacientes. Este post me vino a la mente porque a últimas fechas en la escuela de mi hija han tenido muchos cambios del profesorado, mi hija es por decirlo de alguna forma "muy comunicativa", y me dice todos los comentarios que hacen las nuevas maestras del trabajo previo de la maestra que salió…creo que tanto la que salió como la que entra comete errores y lo que queremos dejarle claro a mi hija, es que no debe perder el tiempo en criticar sino en adelantar clases o en enfocarse en su desarrollo, pero quienes deberían de fungir como líderes de esos nuevos profesores son los coordinadores o los directores, sino es prácticamente una condena al fracaso. 
En medicina tendemos a desacreditar lo que otro médico hizo, nos vemos siempre como competencia, pero que pasa cuando tú eres el responsable de esas personas o residentes en formación, cuando me tocó ser jefe de guardia, traté de hacer que los internos y residente que estaban a mi cargo, no tuvieran que "caer con las piedras que yo caí"…tuvieron otro tipo de caídas u otros errores, pero no por omisión o porque intencionalmente hubiera dejado que fracasaran.
Este post tiene la intención de abrirnos y ponernos siempre en los dos lados de la discusión…cuando tú seas quien ingresa a un nuevo trabajo o nueva posición, NO TEMAS preguntar, es parte de tu derecho y obligación, acércate a las personas que se supone deben dirigirte, a tu jefe, a tus compañeros…hazlo porque si no estarás condenado a fracasar, nadie nace sabiendo. Por otro lado si tienes gente a tu cargo, acércate a ellos, no seas resentido con la vida y facilítales un poco la suya, enséñales tus "atajos", dales consejos (coaching), si alguna vez pasaste por lo que ellos están pasando, diles como saliste de eso.
Al final este blog, lo que busca es eso…que ustedes no se enfrenten a lo que los que escribimos aquí nos tuvimos que enfrentar.   

miércoles, 22 de mayo de 2013

Nada que Temer más que el Miedo Mismo

Desde el día que nacemos, crecemos en una cultura del miedo. Siendo pequeños, amamos y tememos a nuestros padres, y por lo tanto obedecemos sus indicaciones; en la escuela, no necesariamente amamos, pero si tememos a nuestros maestros y a la calificación que pudiera determinar nuestro futuro, por lo menos inmediato, y por lo tanto cumplimos con tareas, trabajos y exámenes.

Y siendo medicos, respetamos y tememos a nuestros maestros, sean vacas sagradas, médicos de base o residentes, ya que ellos pueden decidir nuestra hora de llegada, de salida, nuestra carga de trabajo, y básicamente casi cualquier aspecto de nuestras vidas hospitalarias. El miedo guía nuestras acciones, y en ocasiones toma decisiones por nosotros.

El miedo puede conducir nuestras vidas; gobierna nuestras acciones y ejerce influencia sobre nuestras vidas. Es la forma de control más eficiente jamás creada por el hombre; el miedo genera parálisis e imposibilita que actuemos. Decía el emperador romano Calígula: "Mientras me teman, que me odien."

¿Qué tenemos que temer los médicos? Para empezar, miedo al fracaso; miedo a no terminar Medicina, miedo a no pasar el Nacional, miedo a no tener una base o no tener pacientes. Pero ese es todo el punto de este blog; nada de esto es un fracaso. Aunque estés empeñado en hacer una especialidad, que no hayas pasado la primera vez no es un fracaso; es una oportunidad de aprender, de pensar qué es lo que realmente quieres hacer, y de ver tus alternativas. Si quieres volver a intentarlo, adelante; ahora sabes que necesitas estar mejor preparado. Y si no, sabes que tienes otras opciones. Y es mejor haber intentado y fallado, que jamás haberlo intentado; por lo menos no te quedaste con la espina del ¿qué hubiera pasado?

Miedo a la crítica; cierto, la expectativa es que hagas una especialidad, pero recuerda que la que vale es tu expectativa, no la de los demás. Si quieres hacer una especialidad y no pasaste el Nacional, no aceptes críticas de nadie. Tú sabes cuánto tiempo y esfuerzo invertiste, y eso en sí es un logro. Ahora sabes que para la siguiente, debes prepararte mejor. Pero si no lo quieres volver a intentar, no te preocupes por lo que digan los demás; es tu vida, y sólo la vas a vivir una vez, así que haz lo que quieras y lo que verdaderamente te haga feliz. Y nadie es nadie para decirte qué hiciste bien o mal; sólo tu.

Y por supuesto, miedo a nosotros mismos, que somos nuestros peores jueces; sin duda sentirás que te decepcionaste, que no estás a la altura de las circunstancias, pero nada de esto es cierto. Lo único importante es que te sientas orgulloso de lo que has logrado hasta ahora, y que tengas confianza en lo que puedes lograr en el futuro. Nada está escrito, y las críticas de hoy serán los elogios mañana, cuando sepas que tuviste la razón, sea cual sea la decisión que tomes. No seas tan duro contigo mismo; ya suficiente tenemos con los juicios no solicitados de los demás, como para que nosotros también critiquemos cada paso que damos.

Pero hay un lado bueno de todo esto; una vez que controles tu miedo, eres libre. Puedes decidir hacer una especialidad, y trabajar lo necesario para lograrlo; y después puedes decidir hacer una subespecialidad, y trabajar aún más. Puedes decidir hacer Maestría en Ciencias Médicas, o en Salud Pública, o en Investigación Clínica, o en Administración de Instituciones de Salud, por nombrar algunas porque hay muchas más, si lo que quieres es seguir estudiando y preparándote. Puedes decidir poner tu consultorio como médico general, y créeme, hay muchos pacientes y mucha necesidad. O puedes decidir buscar otras alternativas, que las hay en abundancia, y también está bien. Eres libre, ¿recuerdas?

Pero no pienses que tu miedo se irá; debemos aceptar que siempre estará con nosotros. Hoy tienes unos retos, y mañana tendrás otros, y nuevamente tendrás miedo. Toda la vida lo tendrás, pero no pasa nada. Lo importante es que tu miedo no te controle; tu controlas a tu miedo.

No hay nada que temer, más que al miedo mismo.

lunes, 20 de mayo de 2013

¿De verdad soy yo el que decidió vivir esta realidad o fue mi YO alterno?


¿De verdad soy yo el que decidió vivir esta realidad o fue mi YO alterno?

La resurrección como el ave Fénix es algo que me parecía altamente complicado de imaginar; ¿Cómo un ave podría volver a resurgir de entre las cenizas, si estas se encontraban calcinadas y además, no tenían más forma etérea? Este enigma me permitió alguna vez encontrarle sentido al paradójico sentir acerca de mi carrera, la cual por un lado era exitosa y si dejaba el camino de la perfección, entonces sería hacerme literalmente cenizas.  ¿De qué forma el Dr. Enrique Orozco podría dejar de imaginarse y percibirse como cenizas (fracasado) al tomar una decisión tan radical? De esto hablaré a lo largo del Blog del día de hoy…

Hace poco tiempo (no tanto realmente, digamos ayer), una gran personita en mi vida me dijo: “Jamás te visualicé como médico, te imaginaba como otra cosa; obviamente la clínica no era lo tuyo”… como dicen los Confis de “Una película de huevos”: “Que fuerte compadrito, que fuerte!!!!”; pero al final no existía algo más cierto que esto. ¿De qué forma podré expresarlo?, Ya sé, ya sé, de la siguiente: recuerdan para aquellos que jugaban Fifa o cualquier otro juego de video donde se puedan seleccionar niveles de dificultad, que al estar solos elegíamos el nivel donde creíamos que podríamos realmente competir, es decir, elegíamos el que nos representará una mayor complejidad (Aunque ya estando con los amigos en ocasiones elegíamos uno más débil para demostrar como ganábamos). Bueno algo así me sucedió cuando decidí estudiar Medicina.

Me encontraba en un fuerte dilema conceptual e incluso emocional, debía de escuchar a mi atolondrado corazón, aun cuando normalmente tiene la razón o debía escuchar a mi cerebro, el cual era bajo percepción personal y general, el que prevalecía en mi persona. Bueno, ¡Pues obvio!, escuché a mi brillante cerebro: “Enrique, necesitas un reto intelectual, algo que te genere estatus y que te permita ser ese hombre que todos saben y esperan que seas”. Entonces, decidí tergiversar mi sentir, realizándome un lavado de cerebro y concluí de forma ampliamente sesgada estudiar medicina, lo más complejo, aquello que yo veía con respeto y admiración. Graso, graso error, en ocasiones las corazonadas y el “feeling” son más sabios y más respetables que toda la racionalización que pudiéramos hacer durante horas. Hoy puedo aceptar que podría haber elegido una carrera no tan “respetable” y seguir siendo el mismo Enrique con subidas, bajadas, sinsabores y exacerbaciones de la felicidad; en fin creo que hubiese sido igual de feliz, completo y exitoso que hoy. Como pueden ver, no tenía que escoger el nivel más difícil para ser feliz, sólo tenía que jugarlo con gusto, porque al final el único que sabe lo que me hace feliz… soy yo al estar recostadito en mi cama meditando.

Siendo así entonces, puedo decir que la propio-sinceridad, sinceridad autóloga o auto-sinceridad es de las cosas más importantes elocuentes y reales que tenemos. El análisis debe de ser claro y sencillo: ¿Qué quiero hacer el resto de mi vida? ¿En verdad soy feliz en esta historia? ¿Decidí por mí o alguien(es) más decidió(eron) y me convencí de que había sido yo el que tomo la decisión? ¿Me veo haciendo esto los próximos 25 años? Bueno en mi caso la respuesta fue clara, buscaría mi felicidad y tomaría mis propias decisiones, aun cuando estas fuesen en contra de las normas sociales, religiosas, morales, familiares, entre otras. Ahí me enfrente a la moralidad flexible, es decir, en mi caso lo que digan los demás me es indiferente, intramuscular e intravenoso.  

 No fue fácil, recuerdo las reacciones al decir: “No quiero entrar a la especialidad”, “No papá, no haré cirugía”, inclusive en el antro “No, yo no hice especialidad, soy médico general”. La sociedad emite juicios de valor de acuerdo a lo que conoce y tiene acceso, se nos ha vendido muy bien la idea de que la especialidad es el único camino en la medicina, sino serías un fracasado. Los caminos al tomar un rumbo distinto, más aún por decisión que por necesidad, son intolerables y estúpidos de cierta manera; pero también pueden ser los más brillantes y certeros de nuestra vida. Y si no me creen pregúntenles a Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerber y otros que decidieron dejar la escuela y no terminar lo que empezaron pero tienen fama y fortuna; pero estoy seguro que no sólo estos ejemplos son válidos, también he conocido gente que deja una Dirección en una empresa, por un puesto más bajo en otra por mejorar su calidad de vida o que se permite estudiar a los 65 años una carrera por fin. Todos estos ejemplos son igual de interesantes y admirables, por que decidieron hacerlo diferente, esto no significa que siempre lo diferente tiene como única opción la meta de ser exitoso, pero lo que quiero transmitirles es que no debería de limitarlos.

“Si pudiera vivir nuevamente mi vida.

En la próxima trataría de cometer más errores.

No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido, de hecho

tomaría muy pocas cosas con seriedad.

Sería menos higiénico.

Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría

más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.

Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería

más helados y menos habas, tendría más problemas

reales y menos imaginarios”

Este es uno de mis textos favoritos obra de José Luis Borges (O Borgues, como diría nuestro expresidente), nos ejemplifica como en algunas ocasiones debemos de correr riesgos que nos acerquen a nuestra felicidad o en búsqueda de la misma. Me viene a la mente una frase de una película muy poco varonil, pero siguiendo el tenor me es indiferente lo que piensen, “A él no le gustas tanto”: “Quizá haga muchas idioteces pero estoy mucho más cerca de encontrar el amor que tú” y sí soy un romántico lo acepto, pero viéndolo fríamente esto es totalmente cierto, en ocasiones el hacer las cosas diferentes, el intentar algo una y otra vez aunque no sea socialmente bien visto nos da resultado o realmente nos acerca a lo que queremos y a lo que realmente nos genera felicidad genuina, no aquella que se expresa con palabras, sino la que se observa y se proyecta.

Finalizó este blog bastante emotivo expresando lo que siento en este momento, la verdad es que las decisiones siempre son fáciles de tomar sólo debemos de saber vivirlas y aceptar que lo que viene con ellas es lo importante, porque fue lo que nosotros quisimos. Nunca debemos de dejar de soñar, nunca debemos de dejar que la sociedad o las normas nos limiten a ser “lo que tenemos que ser”, seamos hoy lo que queremos y el ir contra la corriente será más fácil. No se nieguen jamás la oportunidad de hacer algo que desean porque tristemente siempre tendremos la frustración y la obsesión de saber qué hubiera pasado sí…

viernes, 17 de mayo de 2013

¿ La “priva” mata todo…?

Si después de todos los comentarios que hemos estado subiendo y las "carreras" paralelas a la práctica clínica, aún estás convencido de tomar éste tiempo como un "break" y aplicar para el próximo año en el examen nacional de residentes, debes leer el siguiente post.
En la facultad de medicina, tenía muchos profesores que nos inculcaron que el médico debería de tener un enfoque tridimensional: la asistencia, la docencia y la investigación; y lo que aprendimos es que la mayoría de esos profesores básicos generalmente no tenían práctica clínica y la mayoría de nuestros maestros de clínica no tenían investigación o la docencia la delegaban en los residentes u otros miembros del servicio.
Cuando era yo un estudiante de medicina, recuerdo que apenas se estaban formado los grandes consorcios de la medicina como el Hospital Ángeles y Médica Sur, y muchos de mis profesores dividían su tiempo entre la práctica institucional y la práctica privada, y lograban de esta forma tener este enfoque tridimensional del que platicamos. Se sabía que si lo que querías era "hacer manitas" tendrías que irte a las Instituciones como el IMSS o el ISSSTE, que si lo que querías era tener acceso a las nuevas tecnologías tendrían que irte a un Instituto o bien a una institución privada, total que al final de todo, la decisión de donde hacer la especialidad se volvía una decisión nuevamente de inercia, con algunas justificaciones como: "entré porque ahí hice mis prácticas…", "porque no tienen guardias AB modificadas…", "porque el servicio del comedor está bien"…hasta justificaciones como, "porque me dan pase de estacionamiento…".
Retomando los consejos de post previos, te invito a que tu decisión sea basada en evidencia, averigua y lo más importante acércate a los residentes que ahora están cursando su especialización. Para bien o para mal, las instituciones privadas han tenido que "crecer y desarrollarse" para ponerse en una altura de competitividad, y los residentes no son más solo los practicantes, tienen responsabilidades que garantizan que esa misma institución pueda seguir siendo considerada como centro formador o para su certificación, muchas de ellas ya vieron también que la investigación es una entrada importante de financiamiento, y tenemos instituciones que se han desarrollado impresionantemente en este apartado como el Hospital Universitario de Nuevo León. Por otro lado es bueno saber que la práctica de nuestros profesores entre institución privada y pública sigue siendo similar, así tienes que los grandes médicos de Nutrición, del Instituto de Pediatría o del Instituto de Cancerología o Cardiología, están concentrados en hospitales privados y que cuentan con todos los recursos para poder hacer el diagnóstico, el manejo y el tratamiento.
Ahora que haces una pausa en tu vida y que decides que la práctica clínica sigue siendo tu camino, piensa que es lo que quieres hacer:  trabajo asistencial, piensa en una institución pública; crees que te frustra las limitaciones de una institución, piensa en un hospital privado; quieres hacer más investigación, piensa en los institutos o bien revisa que Hospitales privados son los que más publican; quieres estar con el gurú de la Nefrología, la Cirugía Plástica o la Cardiología, averigua los requisitos para estar en esa institución; quieres una sub, pero necesitas pre-requisito, pregunta de qué institución entran con más sencillez viniendo de pre-requisito.
Por otro lado platicaba con mi esposa, quien también es médico y discutíamos sobre las diferencias de la práctica pública y privada, una vez que "terminas un horario". En una institución pública terminando tu horario será difícil que te hablen al celular para avisarte que llegó un paciente que ves en la consulta, o bien que se comuniquen contigo porque tienen dudas del tratamiento o quieren saber de la evolución de su familiar, el paciente es de la institución, por otro lado en la práctica privada el paciente se "vuelve tuyo", te hablarán a deshoras, te llamarán sábado, domingos o en fiestas, aunque no lo creas estos factores pueden influir en tu decisión de dónde realizar tu especialidad.
Tienes mucho trabajo por hacer, aprovecha este tiempo libre que te has dado.
 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Planeando Tu Carrera: Objetivos Claros, Decisiones Correctas

Independientemente si estas pensando o no en cambiar de rumbo del camino tradicional en Medicina, es altamente recomendable que hagas y siempre tengas en mente tu plan de carrera.

¿Porqué es importante tener un plan de carrera? Aunque pudiera resultar obvio, desafortunadamente no todos estamos tan conscientes de nuestro lugar en el mundo. ¿Para qué estamos aquí? ¿A dónde queremos llegar? ¿Cuál es nuestro objetivo en la vida?

He escuchado, en incontables ocasiones, visiones tan generales que no te dan nada de claridad, y lo único que realmente te dicen es que la persona no sabe qué es lo que quiere: 

"Quiero crecer." "Busco desarrollo profesional." "Quiero ser exitoso, ¡un ganador!"

¿Les dijo algo cualquiera de estas visiones? A mi sinceramente no; si le preguntan a 10 personas al azar que sería "éxito" para ellos, obtendrían 10 respuestas diferentes. Lo mismo con "crecimiento" y con "desarrollo"; ¿qué es eso?

Por eso es tan importante definir que es éxito para cada uno de nosotros, y por ahí resulta más fácil visualizar un camino para alcanzarlo; claro que eso no implica que el camino será más fácil, pero por lo menos podemos saber cuál es.

Igualmente aplica para Medicina: "Quiero ser médico." Esta bien, esa parte creo que más o menos ya la tenemos clara, considerado además, que ya lo eres o estás por serlo. Más bien, la pregunta que yo me haría es: ¿Porqué quieres ser médico especialista? ¿Para qué quieres ser médico especialista? ¿Cuál es el objetivo que sólo puedes alcanzar siendo especialista? 

No hay nada de malo en ser o no ser especialista; creo que lo importante es tener claro porqué si o porqué no. Mi instinto me dice que un gran numero de médicos se inscriben al Nacional de Residencias y buscan ser especialistas, pero no porque esté alineado con sus objetivos de vida o con su plan de carrera; lo hacen por inercia. ¿Porqué? Porque es lo que sigue; es el siguiente paso y lo que se espera de nosotros. Cada vez que alguien se entera que estás en Medicina, ¿cuál es la pregunta obligada que te hacen?

"¿Y en qué te vas a especializar?"

Pero la realidad es que ser especialista sólo es una de tus opciones; depende, más bien, de cuáles sean tus objetivos, y cuál es tu plan de carrera. Regresando a las preguntas anteriores, ¿cuál es la razón por la cual quieres ser especialista?

¿Para ayudar a la gente? Eso igualmente lo puedes hacer como médico general, y hay una gran demanda, tanto en el sistema público como en el privado, por médicos generales, y créeme, en ambos puedes ayudar a mucha gente.

¿Porque los especialistas ganan mejor? Entonces estamos hablando de un motivador económico, y si lo tuyo es la lana (que con toda sinceridad te puedo decir que tampoco tiene nada de malo), hay otras opciones para ganar bien en menos tiempo y menos demandantes.

¿Por el prestigio de ser especialista? Aquí entra el ego, que todos tenemos y tampoco tiene nada de malo. Queremos ser reconocidos por hacer bien nuestro trabajo, y una gran motivación es la admiración de aquellos que nos rodean. Mi única recomendación sería que lo hagas por ti mismo, no por los demás.

Entonces pueden ser muchas las razones por las cuales quieres ser un especialista, y todas pueden ser válidas. Lo importante es tenerlas claras, porque a la hora en que decidas qué camino tomar, también de eso dependerá tu éxito en el futuro. Si tu razón de ser es ayudar a la gente, entonces entre mas personas ayudes, más exitoso serás, y eso no necesariamente lo conseguirás a través de una especialidad. Si tu interés es la remuneración económica, igual; entre mas ganes, más exitoso serás, y nuevamente, puede o no ser a través de una especialidad. 

Y así para cada objetivo que tengas. Si tienes claro el objetivo, tendrás mayor claridad en cómo medirás tu éxito, y qué caminos tomar para lograrlo. Es un ejercicio mental importante, pero vital para tu toma de decisiones en la vida.

Intentalo, y a ver qué pasa. Lo puedes hacer en el tráfico o en la regadera; lo importante es que seas honesto contigo mismo, y que al final te sea útil para decidir qué hacer con tu vida.

viernes, 10 de mayo de 2013

El Cirque du Soleil en la Medicina

Quizá nos preguntamos cuál sería la relación entre la medicina y este espectáculo, y la respuesta es que en muchos casos no hay una relación, pero en salvadas y contadas excepciones, en la práctica médica se pueden ver destellos del Cirque.
Los que estamos o alguna vez estuvimos inmersos dentro de una corporación nacional o internacional, regularmente tenemos reuniones donde incorporan a todos los involucrados en los procesos para que las cosas sucedan o a los equipos que deberían estar liderando que esas cosas sucedan. En medicina es difícil hablar de equipos, probablemente el mejor ejemplo de un equipo son los grupos de cirugía, en donde el trabajo del cirujano, se ve impactado por lo que hace el anestesiólogo, el primer ayudante, el circulante o la instrumentista. Fuera de esto casi siempre es un "hombre o mujer" contra el mundo, es decir una sola persona que se enfrenta en el consultorio a la enfermedad o al diagnóstico, y en ocasiones puede incorporar a otras personas que son interconsultantes, que muchas veces fungen más como asesores o consultores y no como parte integral de equipo.
Una vez sentado el precedente de los equipos en las organizaciones, quisiera enfocarme en estas reuniones donde reúnen equipos multidisciplinarios para exponerles casi siempre ejemplos de éxito de negocios, como lo es Starbucks, General Electric, y particularmente el famosísimo Cirque du Soleil. En estas mismas reuniones se habla de conceptos como el "Red Ocean" o "Blue Ocean"; el primer concepto se refiere a como se libran competencias en un ámbito sobresaturado, es decir en donde hay múltiples competidores, donde la innovación es poca y donde existen muchos paradigmas o mitos que no pueden o deben romperse; por otro lado el Blue Ocean es un ambiente mucho más amigable, donde existen poco o ningún competidor, que va más acorde con los signos de los tiempos y que por excelencia debe ser innovador, es decir, que debe considerar estrategias que estén pensadas "fuera de la caja" (think out of the box).
De ahí la importancia del Cirque du Soleil, una empresa que se constituyó como eso, EMPRESA, que tenía como objetivo las personas que no deseaban seguir viendo espectáculos de animales, ya sea por un tema de seguridad, por un tema de protección de los derechos de los animales o por otras razones. Primero se detectó una oportunidad de tener un espectáculo en donde los grandes números, serían realizados únicamente por personas, se le agrega algo de espirítu hollywoodesco, con disfraces vistosos, una argumento que justifique cada uno de los números y como toda buena historia contada por Disney, un prólogo, introducción, desarrollo y un desenlace, y se mantienen elementos básicos como trapecistas o equilibristas, en un ambiente moderno y elegante, y por supuesto esa elegancia con mayores costos; hoy es una de las empresas con mayor reconocimiento a nivel mundial, en donde los competidores están en pañales y donde siguen siendo los líderes.
Creo que ahora que has hecho un alto en la vida, vale la pena volver a replantearte tus expectativas, fijar tus objetivos y pensar cómo puedes llegar a ellos de una forma que te permita navegar en un blue ocean, que las decisiones que tomes te permitan ser innovador para que tu competencia sea menor, que puedas pensar fuera de la caja y que imagines cosas descabelladas para que puedas colocarte como el único en esa empresa, especialidad o posición.
 
 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Las Competencias del Médico: Pensando Diferente


Siendo honorables miembros del Clan del Oso Curandero, como médicos siempre pensamos en nuestras actividades orientadas hacia la clínica; si soy médico general, puedo poner mi consultorio. O dar consulta con el Doc Simi. O dar consulta en el servicio médico del Nacional Monte de Piedad. O dar consulta en cualquier otro servicio médico.

La idea, sin embargo, es cambiar este patrón de pensamiento lineal por algo mas sistémico, e incluso holístico; como dirían los innovadores manzaneros, "piensa diferente." Vamos a dejar de un lado el tema de la "consulta", y pensemos un momento: ¿qué sabemos hacer los médicos?

Pues resulta, contrario a lo que pensarían, que sabemos hacer un montón de cosas, mas allá de la clínica: sabemos cuáles son las necesidades y preocupaciones de los pacientes, lo cual nos posiciona de manera muy singular para diseñar productos y servicios que cubran sus expectativas. También conocemos los tratamientos y sus efectos, tanto terapéuticos como nocivos, lo cual nos permite evaluar objetivamente su perfil riesgo-beneficio. Conocemos un montón de enfermedades y qué las producen, que es el primer paso si estás pensando en estrategias para evitarlas. Y si estás pensando en las implicaciones que puede representar una o varias enfermedades para una población, no sólo desde el punto de vista de la salud, sino también desde la perspectiva social, cultural y económica, sirve tener habilidades para evaluar prevalencia, incidencia, prevención, diagnóstico, tratamiento y pronóstico de la enfermedad.

Bajo esta premisa, ¿sería viable, entonces, que un médico sea un recurso invaluable para gestionar los servicios de salud? Un hospital o una clínica no es cualquier institución o empresa, y los administradores y contadores saben muchas cosas, pero no saben Medicina, no conocen las enfermedades, y no conocen a los pacientes. Nosotros si.

¿Qué hay de Farmacovigilancia? Aunque frecuentemente encontramos a otros profesionales de la salud en este campo, inevitablemente siempre recae sobre los médicos la evaluación de los reportes de eventos adversos, desde la posible causalidad hasta sus implicaciones clínicas, y el perfil riesgo-beneficio del tratamiento, lo que puede dictar una política pública o una estrategia corporativa al respecto.

¿Y qué hay de las campañas de prevención y control de las enfermedades? No solo de la Secretaría de Salud, sino también en empresas, públicas y privadas, donde se busca educar a los empleados y tomar acciones concretas para evitar que contraigan enfermedades que reduzcan su productividad; el campo de la Medicina Laboral esta despegando, abarcando mucho mas allá de dar consulta a los empleados, sino buscando crear una verdadera cultura de salud en las organizaciones.

Y como último ejemplo, el tener la capacidad de evaluar el impacto de una enfermedad a una población te permite realizar proyecciones, pronósticos, estudios de la carga de la enfermedad y estudios epidemiológicos, entre otros, que son el día a día de las consultoras y los centros de información en salud, en las cuales se apoyan las autoridades sanitarias y las empresas del sector salud para tomar decisiones en base a la mejor información disponible.

Estos son sólo algunos ejemplos de la gran cantidad de oportunidades que existen para los médicos, más allá de la clínica. Las habilidades y el conocimiento que adquieres durante el estudio de la Medicina son invaluables, y te abren un mundo de oportunidades.

Lo único que requiere, como paso inicial, que por mucho es el más difícil, es pensar diferente. 

viernes, 3 de mayo de 2013

MEDICINA BASADA EN EVIDENCIA O DECISIONES BASADAS EN EVIDENCIA…

Es bien sabido que los humanos ocupamos sólo un pequeño porcentaje del cerebro en nuestras actividades diarias y que los grandes genios, usan un poco más, el total potencial de nuestras capacidades cognoscitivas no se ha alcanzado aún. Esto lo saco a colación, porque también el uso de la tecnología y de los modernos dispositivos nos ha rebasado. Compramos una iPad y sale la mini, compramos un iPhone 4 y sale una quinta generación, no bien acabo de actualizar la aplicación de biblioteca con todos los artículos que he bajado, cuando sale una nueva actualización que me impide "sincronizar" esos mismos artículos y me impide leerlos; esto no solo lo comento porque la tecnología avanza a pasos agigantados…y si…habrá muchas personas que estén leyendo este post que podrán decir que mantienen siempre actualizada sus computadoras, sus tabletas, sus teléfonos u otro aditamento que utilicen.
Esta semana se celebró el día del niño y me pareció muy interesante un documento que me hicieron llegar, de cómo la generación X, es decir los que nacimos entre  los 70´s y los 80´s, somos ese sándwich que lograron convivir entre los juegos de la calle y el uso de la tecnología, nos tocó ver el surgimiento de aparatos como el celular (en forma de ladrillo), el Atari, y por supuesto la computadora personal;  recuerdo como en mis clases de informática nos daban aún lenguaje binario, como encender una computadora, el uso de comandos y como abrir o guardar un archivo en un disco, las pantallas eran monocromáticas y cuando eras muy pudiente policromáticas, con un máximo de 5-6 colores, los gráficos estaban hechos de "cuadraditos" y surgieron los grandes iconos de los videojuegos como Pacman, Donkey Kong, Mario Bros, etc. Lo más interesante era que conocíamos personas que nunca habían visto una computadora y creíamos que nuestro desarrollo estaba por mucho, lejos de esas "máquinas", de hecho yo en lo personal trataba de hacer lo menos posible uso de ellas para tareas, pues corrías el riesgo de que se fuera la luz, que por accidente apagaras el regulador o por la velocidad de escribir pusieras un comando que borrara todo lo que habías trabajado. 
Todo este preámbulo, es para sobresaltar que el uso de la tecnología y los dispositivos cada vez se hacen más necesarios e inclusive indispensables para poder realizar nuestro trabajo diario, y también para reconocer que mucho del potencial de estos dispositivos está subutilizado. Ahora que te encuentras en una paradoja sobre qué hacer de tu vida, y que has tenido que detenerte…evalúa todas tus posibilidades. Este blog plantea realidades paralelas a la práctica clínica, es por esto que te invito a que en estos momentos te replantees que esperas del futuro y donde quisieras verte dentro de 10 años, pero a diferencia de otras carreras te invito para que tu decisión se base en hechos y no en "presentimientos". La medicina basada en evidencia, es lo que actualmente mueve la práctica clínica, repite este mismo principio…basa tu decisión en evidencia.
Juega con los sitios de internet, infórmate sobre cursos que están al alcance de tu mano que ofrecen las diferentes universidades, si lo que quieres es robustecer tu curriculum y no quieres desplazarte aplica para cursos online, ya sea locales o internacionales. Hay páginas gratuitas que pueden mantenerte informado sobre los últimos avances de la medicina y son abiertas, revisa regularmente lo que dice la OMS, la OPS, los CDC´s, la FDA, puedes leer los resúmenes del New England, del Annals of Internal Medicine, o bien de carreras paralelas como administración de salud, farmacoeconomía, desarrollo de moléculas.
Se abre un universo de conocimiento y hoy mejor que nunca tienes a tu disposición múltiples elementos para tomar tu decisión y para desarrollarte…si tienes curiosidad y quieres saber lo que se puede lograr con una computadora y un poco de tiempo revisa la historia de Jack Andraka, un joven de 15 años que después de que su tío murió por cáncer pancreático, se dedicó a realizar búsquedas en internet y logró descubrir una nueva forma de detectar tempranamente el cáncer de páncreas que le valió premios y la patente de su descubrimiento.
El no pasar el examen de residencia no termina con el mundo, nos abre un camino paralelo o sólo nos pone en pausa para tomar una mejor decisión …
 
 
 

miércoles, 1 de mayo de 2013

El Arte de la Resiliencia: Cambiar o Morir

De acuerdo a la Real Academia Española, resiliencia es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones limite y sobreponerse a ellas. Significa la habilidad de alcanzar tus metas, a pesar de la adversidad; su motor es la pasion. Y al ser una habilidad, se puede aprender y mejorar con la practica, como cualquier otra.

Hemos escuchado en numerosas ocasiones que la única constante es el cambio; el mundo que hemos heredado de nuestros padres es muy diferente al que ellos recibieron. Antes, la norma era trabajar toda la vida en una misma empresa o institución; pero ahora permanecer 5 años en el mismo lugar puede ser todo un hallazgo. Una frase que esta circulando en la red lo describe muy bien: mi padre tuvo un sólo trabajo toda su vida; yo tendré siete, y mis hijos tendrán siete al mismo tiempo.

La Medicina no esta exenta de todo esto. Piénsenlo; mi abuelo médico trabajó toda su vida en el mismo hospital y en el mismo consultorio. Hoy un buen numero de médicos tienen más de un consultorio, e internan pacientes en mas de un hospital. Alternan días y un sinfín de actividades para sacar adelante sus prácticas y ganar pacientes. En otras palabras, el médico actual es, por encima de todo, resiliente.

Y esta misma resiliencia es la que debemos desarrollar quienes buscamos sobrevivir y sobresalir en el campo de la Medicina No-Clínica. Uno de los errores mas comunes que cometemos es construir nuestras vidas alrededor de la creencia de que el día de mañana será similar al día de hoy; sin embargo, nuestro mundo cambia mas rápidamente que nunca, y lo que funciona hoy no necesariamente va a funcionar mañana o por siempre.

Vean lo que sucedió: se calcula que en los últimos 15 años por lo menos unos 200 mil aspirantes a realizar una especialidad médica se han quedado en el camino por el Nacional de Residencias. Todos estos médicos, de alguna manera, fueron obligados a cambiar sus planes, por lo menos durante uno o dos años; pero la gran mayoría, tuvo que cambiar de forma permanente.

Y no hay que sentirnos solos; muchas profesiones han vivido, y siguen viviendo, cambios dramáticos en sus prácticas profesionales. ¿Quién ha consultado a un agente de viajes en los últimos 5 años? Y hay que recordar que hace 20 años era una industria próspera que empleaba a miles de personas. Pero ahora, gracias a las nuevas tecnologías, comprar un viaje te toma 5 minutos y unos cuántos clics, desde virtualmente cualquier dispositivo.

Cambiar o morir. Lo que aprendimos en la escuela de Medicina se vuelve obsoleto para cuando nos graduamos. Nuestra única alternativa es adoptar una postura resiliente y adaptarnos a nuestra nueva realidad.

Les comparto 5 estrategias para vivir con resiliencia:

  1. Cambia de Pensamiento: si quieres resultados diferentes, debes intentar cosas diferentes. Todo lo que crees que sabes puede cambiar mañana, y tu debes cambiar acorde. Si te mantienes fijo con tus ideas de toda la vida, si quieres seguir aplicando lo que te enseñaron en la carrera toda la vida, nunca serás innovador. Debes librarte de todas tus ideas preconcebidas, aceptar que hay formas diferentes, y quizá mejores, de hacer las cosas, e intentarlo. Nunca sabes lo que pueda suceder.
  2. Limitar tus Necesidades: todos tenemos necesidades, pero, realmente, ¿cuáles son indispensables, y cuáles son "bien si lo tienes, no pasa nada si no"? Si tienes 20 pacientes regulares, perder uno o dos no te afecta tanto. Si tu costo de vida es bajo, no está tan expuesto a pérdida de ingresos. Probablemente no necesitas un servicio de teléfono celular con 300 minutos de tiempo aire o televisión de paga con 300 canales. Disminuir tu dependencia de actividades no indispensables te prepara para el cambio que inevitablemente vendrá.
  3. Invierte en tu Red de Contactos: cuando tu amigo te puede prestar lo que necesitas, es más fácil sobrevivir las pérdidas. Las comunidades son más resilientes que los individuos, y pueden significar un soporte invariable en tiempos difíciles. Pero es importante invertir tiempo y esfuerzo, genuino y desinteresado, para formar parte de la comunidad; si hay intereses de por medio, la comunidad lo sabrá y no responderá. El principio básico de la comunidad es compartir conocimiento y recursos; para recibir, primero hay que dar.
  4. Ten respaldos: los cambios crean desorden, y el desorden puede crear pérdidas y caos. Por ello, siempre debemos tener respaldado, en la medida de lo posible, todo lo que es importante para nuestra práctica; no sólo la información, sino todo lo esencial para tu vida. No puedes depender de que nada le pase a tu celular, que contiene todos los datos de tus pacientes y tus contactos. Si un desastre ocurre (no necesariamente natural), y pierdes el acceso a tu consultorio, ¿dónde vas a atender a tus pacientes?
  5. Piensa en tu Plan B (y C, y D): recuerdo la frase "espera lo mejor, prepárate para lo peor." Por más esfuerzo y trabajo (y en ocasiones, hasta dinero) que inviertas en algo, no hay garantía de que funcione, o que las cosas salgan como tú esperas. Poner todos tus huevos en una canasta, y mirarla fijamente sin perderla de vista es una receta segura para el desastre. Siempre ten en mente qué vas a hacer mañana si pierdes todo hoy: ¿a qué me voy a dedicar? ¿cómo me voy a mantener (o a mi familia)? ¿qué alternativas tengo?
Cambiar o morir; para mí no es una estrategia de crecimiento, sino una estrategia de supervivencia. Nada es seguro el día de mañana; aprovechen el hoy, y prepárense para lo que la vida les aviente. Sean resilientes.