miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Qué cosa, qué cosa es? Qué vuela sin tener alas, y corre sin tener pies

…El Tiempo
El sagrado tiempo, probablemente tan poco valorado, pero de tanto impacto en nuestras vidas.
Qué pasaría si el tiempo fuera un producto, que lo vendieran embotellado, o que tuvieras una tarjeta de pre-pago y pudieras recargar, justo como se hace con el tiempo aire de los celulares. Creo que muchos de nosotros tendríamos los botes de basura llenos con los frascos o botellas de tiempo.
Ahora…¿qué tiene que ver este tema con los médicos?...Mucho…los médicos somos unos guardianes del tiempo, bueno al menos así lo veo yo. Somos unos guardianes del tiempo porque lo que buscamos al final de todas nuestras actividades es alargar la vida, buscamos la salud y por ende que se retrase un desenlace fatal como sería la muerte, más allá del tema de calidad de vida, de quitar el dolor, de primero no hacer daño, la medicina surge por la necesidad de retrasar la muerte, es decir de ganarle tiempo a la vida.
Pero mi post no va en favor de cómo vamos ganándole tiempo a la muerte o a las enfermedades; me quiero enfocar en cómo podemos ganarle tiempo al tiempo para nosotros mismos. En la carrera se enfocan en darnos clases sobre la fisiología y la fisiopatología de las enfermedades y como tratarlas, pero no nos dicen cómo hacer rendir nuestro tiempo para poder estudiar más o mantenernos actualizados, y también cuando estamos más grandes y hemos formado una familia, no sabemos cómo optimizar nuestro tiempo para poder dividirlo entre nuestro trabajo y nuestras familias, de hecho es muy reconocido que los médicos "deben" estar dispuestos a "sacrificar" su tiempo por los pacientes y suele suceder así, pues no sólo es el tiempo que se dedica a la consulta, sino además el tiempo que se dedica a contestar llamadas en horarios que no son de oficinas (pues pueden ser urgencias reales o sentidas), o bien estar dispuesto a levantarte a las 04:00 hrs para poder ir a hacer una cirugía o valorar un paciente, o el tiempo que ocupamos preocupados por el paciente, somos de las profesiones que aunque no queramos nos llevamos el trabajo a casa, pues no necesitamos de una computadora para seguir "rumiando" el caso y pensar si se hace esto o aquello. Eso difícilmente cambiará pues es parte de la esencia de la profesión.
Sin embargo pueden existir estrategias que puedes utilizar para optimizar tu tiempo, ya sea que tengas práctica clínica o que como profesional de la salud te enfoques en aspectos de la salud más allá de la práctica clínica.
1.       Lugar de trabajo: Hasta hace unos pocos ayeres, aún era posible en la Ciudad de México poder correr del turno en la mañana en el IMSS, a cubrir las tardes en el ISSSTE y correr para las guardias en las noches en los Hospitales de la SS. Hoy algunos todavía lo hacen, los menos, aunque esta práctica aún es muy socorrida en el los estados, quizá por las distancias y por haber menos tráfico. También es cierto que cuando hablamos de trabajo, hacemos muchas concesiones, pues trabajo es trabajo no importa donde sea. Cuando veo esto, no puedo dejar de pensar en las enfermeras que invierten cerca de dos horas para poder llegar y otras dos horas en regresar, además de tener que transbordar más dos o tres transportes. Piensa bien cuando tomes la decisión de tomar un trabajo que implique largos desplazamientos, te comparto mi experiencia, en fecha recientes me moví a trabajar a una compañía en la zona de Santa Fe, a unos 25 km de distancia de mi domicilio, si no existiera el segundo piso o la autopista urbana fácilmente podría estar invirtiendo cerca de 2 horas de ida y otras 2 horas de regreso, además de que no podría ver a mi familia, pues tendría que salir muy temprano para poder "agarrar" menos tráfico y el regreso sería un suplicio, pues no podría agendar pacientes en mi consultorio. Ciertamente hay que pagar un alto costo por el famoso TAG, pero cuando lo veo en términos de poder hacer dos cosas que me llenan, poder estar con mi familia y poder seguir dando consulta, creo que bien vale la pena el costo. Desafortunadamente no todos tienen esta posibilidad aunque pudiera pagarla, pues no existen segundos pisos en todas direcciones, y aunque estuvieras dispuesto a pagar más no existen las vías. Los reportes dicen que existe menos síndrome de burnout entre los empleados que tienen una adecuado balance de vida-trabajo, es decir que están equilibrados entre el tiempo que invierten en su trabajo y el tiempo que tienen para sus cosas personales. Cuando tomes la decisión de aceptar un nuevo trabajo o de emprender una compañía, te recomiendo que veas los reportes de tráfico durante la semana y los fines de semana y con diversos horarios, por la mañana al llegar y por la tarde al salir, te dará una idea del tiempo que probablemente tendrás de invertir en traslados, haz tus planes B de camino, afortunadamente las aplicaciones de internet te permiten en los mapas poner más de dos caminos para llegar a tu destino, baja en tu teléfono aplicaciones de actualizaciones sobre las alertas de tráficos, afortunadamente hoy tenemos una gama de posibilidades que nos pueden decir qué camino tomar.
2.       Concentra tus actividades: En la práctica clínica por ejemplo, puedes tratas de concentrar a los pacientes en tiempos determinados, en ocasiones el horario de consulta puede ser tan amplio que puedes tener una consulta y pueden pasar horas hasta la siguiente consulta, al inicio de tu práctica probablemente tendrás de "aguantar" esos espacios muertos, pero en la medida que tu consulta vaya aumentado, podrás consolidarlos, hasta que no tengas espacios muertos y tengas bloques de consulta y bloques de tiempo libre. Si no estás en la práctica clínica y tienes actividades administrativas dentro de la salud, destina tiempo de tu agenda, por ejemplo las primeras dos horas de tu día, destínalos a contestar correos o revisar pendientes, deja las juntas para los medios tiempos, siempre respetando tu hora de comida, y trata de dejar libres la última o últimas horas para que puedas sacar los pendientes que se generaron durante el día, o bien lo que se haya acumulado mientras estabas en junta.
3.       Prioriza: Alguna vez escuche que lo urgente te distrae de lo importante. Revisa bien tus actividades del día y dedícale más tiempo a lo que es verdaderamente importante, no a lo que urge, así como en la práctica clínica existen las urgencias sentidas, así también en otros oficios existen un sentido de urgencia eterno, pero no necesariamente significa que si lo dejas de hacer el mundo se acabara. Enfócate en los más importante, si tienes problemas para definir lo importante acércate a tu jefe o una persona con más experiencia y pídele consejo. Los pendientes no se acabaran siempre van a estar esperando. Así que enfócate en lo que verdaderamente puede impactar.
4.       Aprovecha los espacios muertos: Ya somos mucho, y justo por eso los tiempos de espera se hacen más, así que aprovecha esos tiempos. Si sabes que vas a ir al banco y te tocará esperar, llévate material de lectura, saca artículos del internet y aprovecha esos 20 minutos de espera que tienes. Ese grado de aprovechar los espacios libres me tocó con un compañero en la residencia que se metía al baño su revista del New England, y se tardaba al menos la lectura de un artículo, y al final del año resulta que si lograba leer la mayoría de los artículos de la revista, yo ciertamente no me meto las revistas al baño, pero si descargo PDF´s en mi teléfono y iPad y cuando espero en el aeropuerto o para una reunión, saco mis artículos para adelantar lecturas y mantenerme actualizado.
Ya sea que trabajes en la práctica clínica o en una actividad administrativa valora tu tiempo, y optimízalo para que puedas tener una adecuado balance entre tus actividades profesionales y tu vida personal, recuerda que … "El Tiempo perdido los ángeles lo lloran".

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