lunes, 14 de octubre de 2013

El Curriculum Vitae del Profesional de la Salud: Su Cara ante el Mundo

El Curriculum Vitae del Profesional de la Salud: Su Cara ante el Mundo

En la Roma Antigua, existía una palabra que definía la totalidad de una persona: dignitas. Más que una palabra, se trataba de un concepto que representaba todo lo que una persona era: su influencia, su prestigio social, sus valores morales y éticos, sus logros, su posición social, su oficio o su carrera militar o política, su buen nombre y el de su familia, y el respeto de los demás. Algo similar ocurrió también durante la Edad Media, con el famoso honor de los caballeros, por el cual estaban dispuestos hasta a morir.

En nuestra era, creo que lo más cercano a dignitas u honor que tenemos es el curriculum vitae (o CV, para los cuates). Término de origen latino, en nuestro idioma se traduce como “carrera de la vida”. Para fines prácticos, el CV es lo primero que hoy día cualquier empresa, institución o entidad gubernamental ve, como tu carta de presentación, para considerarte como candidato para alguna vacante que tengan.

Pero no sólo eso; el CV también te sirve como referencia para otras actividades, comerciales y no comerciales, como para solicitar un crédito bancario, para la renta de un consultorio, para inscribirse en cursos altamente especializados, e incluso para solicitar una visa americana. El CV ha cobrado una gran importancia en los últimos años.

En Medicina igualmente tiene gran importancia tu CV; se evalúa tu formación, tanto académica como institucional, para integrarte a sociedades médicas, sociedades de algunos hospitales, y por supuesto, para referirte pacientes y/o incluirte como médico de base. Si bien es cierto que la referencia por pacientes sigue siendo más un tema de recomendación de boca en boca, tu CV es la llave que te abre la puerta para que demuestres tus habilidades y te ganes el respeto de colegas, pacientes y familiares.

Ahora bien, si estás pensando en dedicarte a una actividad no clínica y quieres encontrar trabajo en alguna empresa, tu CV es esencial. En un post hace tiempo titulado El perfil de Recursos Humanos: Venciendo la Primer Barrera, mencioné mucho de esto. Los reclutadores establecen un perfil para el puesto que quieren cubrir, y esas son las habilidades que buscan en los candidatos. Y por supuesto, cuando revisan CVs esto es lo que van a buscar. Si empatizamos un momento y nos ponemos en los zapatos de un reclutador, piensa que tiene que revisar decenas, o quizá cientos, de CVs para encontrar a los candidatos que cubren el perfil; en este contexto, es lógico pensar que no leen los CVs, y de hecho, no lo hacen. Lo “hojean” rápidamente, buscando las habilidades principales del perfil, y así seleccionan a los candidatos que potencialmente pasarán a la ronda de entrevistas.

Por esta razón decidí escribir este post; aclaro que no soy, ni remotamente, experto en reclutamiento y cómo hacer CVs, pero he tenido la oportunidad de contratar directamente a más de 10 personas para la industria farmacéutica, así como también he asistido a un buen número de entrevistas de trabajo, algunas de las cuales fueron exitosas y me quedé con el puesto, por lo que tengo algo de idea del tema, y se las quiero compartir, en espera de que les sea de utilidad.

Pondré el ejemplo de mi CV personal: inicialmente vienen todos los datos de contacto, siendo los más importantes correo electrónico y celular, ya que son los medios más frecuentes de contacto inicial. Yo personalmente no pongo foto, aunque mucha gente sí lo hace; en mi opinión, no hace una diferencia, pero tristemente no descartaría que algunas personas sí lo tomen en cuenta. Por el contrario, sí pongo fecha de nacimiento, porque, aunque es muy raro que se incluya en la descripción del puesto, generalmente los reclutadores tienen un rango de edad en mente, como parte del perfil. Esto no necesariamente quiere decir que entre más joven mejor; para posiciones jerárquicamente más altas, cierta edad mínima es la expectativa. Y por supuesto no pongo sexo, por 2 razones: una, porque es obvio a partir del nombre (en la mayoría de los casos), y dos, porque es francamente ofensivo que sea tomado en cuenta.

Algunas personas recomiendan iniciar con una descripción personal de quién eres y qué estás buscando; yo personalmente no lo hago, porque pienso que pudiera sesgar a quien lo lea. Pero algunos reclutadores lo recomiendan, y por eso lo menciono.

La siguiente sección sería la del empleo actual y los empleos anteriores. Sean descriptivos, e incluyan tiempo, responsabilidades y logros. Yo sé que esto pudiera parecernos raro y sin sentido a los médicos, que ponemos un valor, creo yo, mucho más alto en la formación. Sin embargo, para las empresas experiencia mata formación, y 2 años en una posición similar en otra empresa puede ser mucho más valioso y atractivo que incluso una subespecialidad. Mucho cuidado con esto; para quienes busquen este camino, yo les recomiendo iniciar, lo antes posible, en una  buena empresa, aunque sea una posición de entrada. Recuerden: experiencia mata formación.

Seguiría, ahora sí, formación. Aquí no es necesario ser tan descriptivo; basta con el título, la institución, y la fecha de egreso. Los títulos importantes son los que académicamente tienen mayor peso: licenciatura, maestría y doctorado. Cursos y diplomados no son particularmente relevantes, y habitualmente no son tomados en cuenta; yo los incluiría al final. Algo que sí es importante y tomado en cuenta son las certificaciones: si tienen certificación de medicina general, de su especialidad y/o de su subespecialidad, o cualquier otra, pónganla.

Después incluyan, y va de la mano con la anterior, su certificación en inglés. Si no tienen ninguna, es una habilidad que es indispensable que desarrollen y certifiquen. Lo mencionó mi gran amigo y co-autor de este blog en otro post titulado Practiss yur pronuncieishon... o lo que es lo mismo pollo-chicken, repollo-rechicken. El idioma inglés es básico y puede ser la diferencia.

Finalmente, aquí ya pueden incluir todos sus cursos, diplomados y demás. Algo también importante, y que dependiendo de la posición pudiera ser tomado en cuenta, son las publicaciones; tanto pósters como artículos, aquí inclúyanlos.

A grandes rasgos, tu CV no debería exceder 2 páginas; máximo 3. Tampoco lo aprietes todo y pongas letra tamaño 8 para que quepa; debe ser estético, de fácil lectura, y profesional. Esto no significa que tiene que ser aburrido; yo personalmente recomendaría que le pongas algo de color, y juegues con las letras y los tamaños, sin excederte. Que demuestre tu dedicación; si tienes familiares o amigos diseñadores, son la ayuda ideal para esta tarea.

Quiero terminar con, posiblemente, la recomendación más valiosa de todo este post. Vivimos en la era de la información; estás leyendo esto gracias a que un montón de gente inventaron las compus y los aparatos móviles, la internet, los buscadores, los blogs, y demás. Dicho esto, sería obtuso pensar que la búsqueda de candidatos no está regida por las mismas reglas de la información. En una palabra, Linkedin.

Si no tienes una cuenta de Linkedin, y no tienes tu perfil y tu CV actualizado en esta plataforma, ahora es cuando. Es completamente gratis, y uno de los principales lugares de reclutamiento y búsqueda de candidatos para las empresas e instituciones. Aunque técnicamente está considerado como social media, nada tiene que ver con Facebook o Twitter. Es, esencialmente, una plataforma de profesionales, empresas e instituciones.

Créeme; si quieres encontrar chamba, es tu mejor opción. En el futuro escribiré un poco más sobre esta plataforma y todas sus funciones, y ahora que abrimos la sección de libros, les prometo un resumen del libro escrito por los creadores de Linkedin.



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