lunes, 15 de abril de 2013

Mi Historia, Parte 1: Del ingeniero que Nunca Fue

Creo que todo comenzó en una feria de carreras en la prepa.

Uno de mis mejores amigos de toda la vida me alcanzó y me dijo: "Ya tengo toda la información de sistemas." Y me extiende un fajo de folletos que había recogido para mi.

Paréntesis musical: hasta quinto de bachillerato, yo tenía una idea bastante firme de que iba a ser un ingeniero; probablemente de sistemas, y como alternativa electrónico, pero definitivamente un ingeniero.

Quisiera decirles que mi abuelo médico me inspiró, o que mi vocación me llamó, pero la realidad es que no tengo ni la más remota idea de qué fue lo que sucedió. Pero recuerdo vívidamente este momento, y fue cuando le dije a mi amigo: "Mil gracias, pero quiero checar la carrera de Medicina."

Silencio mortal. Creo que duró para siempre.

Finalmente, alguien habló y dijo la pregunta que estaba en la mente de todos: "¿Medicina? ¿Desde cuándo?" La respuesta es todavía más divertida: NPI. O como se decía en mis tiempos: no tengo ni la más peregrina idea.

No sé porque, y sinceramente a estas alturas de la vida desisto de entenderlo, pero ese es el momento decisivo en que mi memoria me dice que decidí estudiar Medicina. Para bien o para mal, pero me importaron 2 cacahuates los folletos de ingenieria, y acabé presentando el examen de admision en la Escuela (entonces Escuela, hoy orgullosamente Facultad) de Medicina de la Universidad Anahuac.

Otro paréntesis musical: me siento en mi escuela con la niña de orientacion vocacional, y recuerdo muy bien que fue una conversacion surrealista. El señor Dalí estaría orgulloso. La niña me pregunta: "¿Que quieres estudiar?" Para esto, modestia aparte, en los hiper inútiles exámenes de orientación vocacional, salí con este resultado que la niña me menciona: "Porque, bueno, los resultados de tus exámenes me indican que puedes estudiar cualquier carrera."

En este momento siento que perdí 5 horas de mi vida dedicándolas al examen de orientación vocacional. Pero después de 13 años en escuela religiosa, opté por la conversación política y digo casualmente: "Pues he pensado Medicina en la Anahuac."

La niña se me queda viendo fijamente y me dice: "Bueno, Medicina es una opción interesante, pero ¿porque la Anahuac? ¿Porque no otra universidad?

Con absoluta sinceridad, le contesto a la niña de orientación vocacional que, siendo perfectamente prácticos, la Anahuac me quedaba a 10 minutos de mi casa. Y además, tenía entendido de que era bastante buena.

Pero la repuesta de la niña fue algo histórico: "Ahhh, pero si estás pensando en la distancia, ¡me haces dudar de tu vocación como médico!"

Sin comentarios. Sobra decir que 18 años después de esa conversación, creo que quedó establecido lo inútil que puede ser todo el proceso de la orientación vocacional. Pero fue así como inició mi viaje hacia la Medicina, ya que 6 años después me gradué como Médico Cirujano.

Claro que no fue tan simple y sencillo como suena, pero esa historia sera parte de otro post...

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