Bienvenido a este blog. La razón de ser para que sigas leyendo es que yo, como tú, soy médico, como tantos otros. Y yo, como tú, me fleté 6 años de Medicina, sudando la gota gorda, para finalmente sacar mi título de Médico General.
Pero a diferencia de muchos, no sé si de ti, yo no apliqué para el Examen Nacional de Residencias. No te voy a decir que sé lo que sentiste cuando estudiaste para un examen que presentaron 25,364 y sólo pasaron 6,964 (según los resultados oficiales del 2012), porque no lo sé; no te voy a decir que sé la enorme satisfacción que sentiste cuando viste tu número publicado en el periódico, o la increíble tristeza que te vino cuando no lo viste, porque no lo sé. Lo puedo imaginar, pero no hay forma en esta vida en que pretenda saber lo que viviste, cuando yo no lo viví.
Lo que sí sé es porqué no lo presenté; porque después de 6 años de Medicina, decidí que atender pacientes, simplemente, no era lo mío. No me arrepiento de haber estudiado Medicina; pero las actividades diarias del medico, como dar consulta, pasar visita, cirugías y demás, no eran para mí.
Sé lo que estás pensando; que estudiar Medicina involucra, por definición, ver y atender pacientes, ¿cierto? Pero no; no estoy de acuerdo. Me gusta la Medicina, y me encanta la fisiología y la fisiopatología. Me apasiona descubrir porqué funcionamos, cómo funcionamos, y porqué surgen y cómo funcionan las enfermedades. Pero de eso, a preguntar historias clínicas y hacer exámenes físicos, es una historia diferente. Me gusta la ciencia, pero la práctica… no tanto.
El problema es que llegué a esta conclusión por ahí del cuarto año de Medicina. ¿Y entonces qué? ¿Sigo adelante otros 2 años, o vuelvo a empezar desde cero en otra carrera? Ya sabes la conclusión; seguí adelante, y a pesar de sufrir mucho durante el internado y el servicio, acabé.
Pero ese no fue el problema; el tema real fue que una vez que acabe, y estaba decidido a no presentar el Nacional de Residencias, porque sinceramente no me interesaba hacer una especialidad, ni ver pacientes como medico general, surgió la pregunta inevitable: Y entonces, ¿ahora que hago?
Afortunadamente, nunca estuve en el punto critico de tener que contestar esta pregunta desesperadamente, aunque fueron necesarias un par de desviaciones en la vida para que finalmente adoptara un rumbo con sentido. Y tenia un plan; el resultado, finalmente, no fue el que yo esperaba, pero las oportunidades vienen y hay que tomarlas. Yo tenia todo un plan para dedicarme a administración de hospitales, y acabé trabajando durante años, y hasta la fecha, en la industria farmacéutica.
Pero no me arrepiento de nada, y ese es el propósito de este blog. No es que yo sepa mucho, pero he aprendido a lo largo de más de 10 años de haberme graduado de Medicina, que los médicos tenemos opciones, más de las que pensamos o conocemos. Y si no pasas el nacional, tu vida no se ha acabado ni la tienes que poner en pausa un año más; si no quieres hacer guardias maratónicas, tienes toda la razón, son inhumanas y completamente innecesarias. O simplemente, si quieres aprovechar tu conocimiento médico para llevar una vida "normal", sin urgencias y con una remuneración decente, estas en el sitio correcto.
¡Bienvenido al blog de Competencias Médicas!
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