miércoles, 1 de mayo de 2013

El Arte de la Resiliencia: Cambiar o Morir

De acuerdo a la Real Academia Española, resiliencia es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones limite y sobreponerse a ellas. Significa la habilidad de alcanzar tus metas, a pesar de la adversidad; su motor es la pasion. Y al ser una habilidad, se puede aprender y mejorar con la practica, como cualquier otra.

Hemos escuchado en numerosas ocasiones que la única constante es el cambio; el mundo que hemos heredado de nuestros padres es muy diferente al que ellos recibieron. Antes, la norma era trabajar toda la vida en una misma empresa o institución; pero ahora permanecer 5 años en el mismo lugar puede ser todo un hallazgo. Una frase que esta circulando en la red lo describe muy bien: mi padre tuvo un sólo trabajo toda su vida; yo tendré siete, y mis hijos tendrán siete al mismo tiempo.

La Medicina no esta exenta de todo esto. Piénsenlo; mi abuelo médico trabajó toda su vida en el mismo hospital y en el mismo consultorio. Hoy un buen numero de médicos tienen más de un consultorio, e internan pacientes en mas de un hospital. Alternan días y un sinfín de actividades para sacar adelante sus prácticas y ganar pacientes. En otras palabras, el médico actual es, por encima de todo, resiliente.

Y esta misma resiliencia es la que debemos desarrollar quienes buscamos sobrevivir y sobresalir en el campo de la Medicina No-Clínica. Uno de los errores mas comunes que cometemos es construir nuestras vidas alrededor de la creencia de que el día de mañana será similar al día de hoy; sin embargo, nuestro mundo cambia mas rápidamente que nunca, y lo que funciona hoy no necesariamente va a funcionar mañana o por siempre.

Vean lo que sucedió: se calcula que en los últimos 15 años por lo menos unos 200 mil aspirantes a realizar una especialidad médica se han quedado en el camino por el Nacional de Residencias. Todos estos médicos, de alguna manera, fueron obligados a cambiar sus planes, por lo menos durante uno o dos años; pero la gran mayoría, tuvo que cambiar de forma permanente.

Y no hay que sentirnos solos; muchas profesiones han vivido, y siguen viviendo, cambios dramáticos en sus prácticas profesionales. ¿Quién ha consultado a un agente de viajes en los últimos 5 años? Y hay que recordar que hace 20 años era una industria próspera que empleaba a miles de personas. Pero ahora, gracias a las nuevas tecnologías, comprar un viaje te toma 5 minutos y unos cuántos clics, desde virtualmente cualquier dispositivo.

Cambiar o morir. Lo que aprendimos en la escuela de Medicina se vuelve obsoleto para cuando nos graduamos. Nuestra única alternativa es adoptar una postura resiliente y adaptarnos a nuestra nueva realidad.

Les comparto 5 estrategias para vivir con resiliencia:

  1. Cambia de Pensamiento: si quieres resultados diferentes, debes intentar cosas diferentes. Todo lo que crees que sabes puede cambiar mañana, y tu debes cambiar acorde. Si te mantienes fijo con tus ideas de toda la vida, si quieres seguir aplicando lo que te enseñaron en la carrera toda la vida, nunca serás innovador. Debes librarte de todas tus ideas preconcebidas, aceptar que hay formas diferentes, y quizá mejores, de hacer las cosas, e intentarlo. Nunca sabes lo que pueda suceder.
  2. Limitar tus Necesidades: todos tenemos necesidades, pero, realmente, ¿cuáles son indispensables, y cuáles son "bien si lo tienes, no pasa nada si no"? Si tienes 20 pacientes regulares, perder uno o dos no te afecta tanto. Si tu costo de vida es bajo, no está tan expuesto a pérdida de ingresos. Probablemente no necesitas un servicio de teléfono celular con 300 minutos de tiempo aire o televisión de paga con 300 canales. Disminuir tu dependencia de actividades no indispensables te prepara para el cambio que inevitablemente vendrá.
  3. Invierte en tu Red de Contactos: cuando tu amigo te puede prestar lo que necesitas, es más fácil sobrevivir las pérdidas. Las comunidades son más resilientes que los individuos, y pueden significar un soporte invariable en tiempos difíciles. Pero es importante invertir tiempo y esfuerzo, genuino y desinteresado, para formar parte de la comunidad; si hay intereses de por medio, la comunidad lo sabrá y no responderá. El principio básico de la comunidad es compartir conocimiento y recursos; para recibir, primero hay que dar.
  4. Ten respaldos: los cambios crean desorden, y el desorden puede crear pérdidas y caos. Por ello, siempre debemos tener respaldado, en la medida de lo posible, todo lo que es importante para nuestra práctica; no sólo la información, sino todo lo esencial para tu vida. No puedes depender de que nada le pase a tu celular, que contiene todos los datos de tus pacientes y tus contactos. Si un desastre ocurre (no necesariamente natural), y pierdes el acceso a tu consultorio, ¿dónde vas a atender a tus pacientes?
  5. Piensa en tu Plan B (y C, y D): recuerdo la frase "espera lo mejor, prepárate para lo peor." Por más esfuerzo y trabajo (y en ocasiones, hasta dinero) que inviertas en algo, no hay garantía de que funcione, o que las cosas salgan como tú esperas. Poner todos tus huevos en una canasta, y mirarla fijamente sin perderla de vista es una receta segura para el desastre. Siempre ten en mente qué vas a hacer mañana si pierdes todo hoy: ¿a qué me voy a dedicar? ¿cómo me voy a mantener (o a mi familia)? ¿qué alternativas tengo?
Cambiar o morir; para mí no es una estrategia de crecimiento, sino una estrategia de supervivencia. Nada es seguro el día de mañana; aprovechen el hoy, y prepárense para lo que la vida les aviente. Sean resilientes.

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